Carlos A. La Rosa Lama
Es necesario llamar la atención sobre la forma
como se ha venido realizando la reconstrucción de las zonas afectadas por el
fenómeno del Niño Costero que lamentablemente a principios del año 2017 afectó
a varias zonas del país, especialmente del norte y, que hasta ahora , en
algunas de ellas, los pobladores vienen padeciendo la desgracia de haber
perdido casas, terrenos sembrados, animales y la ya entonces endeble base
económica y esperanza de vida para ellos y sus familiares. Lo malo sigue y lo
peor es que probablemente se repita el mismo fenómeno próximamente y se
registrarían similares perjuicios contra los habitantes de esas zonas porque
las autoridades no han hecho lo que debía hacer.
Esto significa que ni se ha hecho bien la
reconstrucción ni se han puesto las bases de un desarrollo humano sostenible,
por la incapacidad unida a la corrupción que ha primado en varios de los
proyectos mal diseñados y peor ejecutados, sin las correspondientes sanciones,
por más que hayan existido quejas y amagos de corrección, pues no ha existido
una debida organización social comprometida con la solución de los problemas ni
la voluntad de las autoridades para cumplir con sus responsabilidades.
Es horas de no solo de reflexionar sobre lo que
no se ha hecho o se ha hecho mal, sino enmendar y actuar con capacidad técnica
y probidad moral, con la debida organización y participación de los ciudadanos,
las organizaciones sociales y educativas conjuntamente con los tres niveles de
gobierno: local, regional y nacional.
En segundo lugar, se debe impulsar y lograr la
más alta eficacia y eficiencia de las acciones emprendidas, con la
correspondiente rendición de cuentas no solo a los organismos públicos sino y
sobretodo a la ciudadanía, con sanciones legales y sociales de la mayor exigencia.
En tercer lugar, dejar de lado concursos
demasiado burocráticos llenos de fallas
por incompetencia técnica, legal y moral, exigiendo la participación de las
mejores empresas con criterio económico y social, esto es, una sabia proporción
de eficiencia tecnológica y empleo de los moradores de los lugares afectados,
No puede haber términos de referencia mal hechos,
con vacíos que luego signifiquen ampliaciones de presupuestos inconcebibles en
condiciones de eficiencia y honestidad, pues
a todas luces en lo que va de la reconstrucción llevada a cabo hasta el
presente, los colegios de profesionales han dejado escuchar sus quejas sin ser
acogidas,dada la concepción y aprobación de proyectos mal elaborados. Ni el
pueblo ni los técnicos consideran que eso ha debido pasar. Lo peor es que no
hay empresas ni funcionarios debidamente sancionados por ello.
Basta ya de amiguismos nocivos, de coimas con
responsabilidad compartida entre funcioanarios y empresarios, basta de supuestas
"zonas de conflicto" entre autoridades de nivel nacional, regional y
local, interesadamente superpuestas para que sean " caldo de cultivo"
o pretextos de demoras y pleitos indebidos con perjuicio para los ciudadanos .
Que sea verdad, "la reconstrucción con
cambios", que se pase de una situación negativa larvada en la
incompetencia y la corrupción a otra de
eficiencia, transparencia y decencia, con muy buena planificación, gestión y
control, con seguridad de buenos resultados para el mayor bienestar de los
ciudadanos, con mayor prestigio de las empresas y respeto de las autoridades
ganado con su quehacer.
29 Setiembre 2018