Permanentemente venimos planteando la integración de
enfoques, objetivos, estrategias y métodos de trabajo de las universidades, las
empresas y los tres niveles de gobierno para reforzar y acelerar los procesos
de productividad, rentabilidad y competitividad de las instituciones y el país en su conjunto. Según
el Indice de Competitividad del IMD, InstituteFor Management Development, el
Perú ocupa UN PUESTO “INTERMEDIO” alrededor del número 60(WEF) entre 144 países. Esto es una llamada de atención, una luz roja de riesgo a tomar muy en cuenta si queremos a dejar de
ser considerados un país subdesarrollado y emergente con voluntad, pero sin capacidad
de pasar a otro de nivel desarrollado, miembro de la OCDE. El Perú invierte en
innovación, ciencia, tecnología solo el 0.12% de su PBI, producto bruto
interno, mientras que el promedio de América Latina es el 1.75%.En I y D,
Investigación y Desarrollo, el Perú invierte US$ 4 percápita, Chile US$ 25,
Argentina US$ 30 y Brasil US$ 60, EE.UU invierte US$ 1,200 percápita.
Es tiempo que se diluciden en forma clara, precisa, firme
y permanente las interpretaciones contrapuestas que hay respecto a la
constitucionalidad de la nueva Ley Universitaria y se implemente la misma, sin reclamos
indebidos e improcedentes, para lo cual las universidades públicas deben contar
con todos los recursos financieros que son necesarios para ello, que se “limpie
bien la cancha” de autoridades deseosas
de seguir siéndolo, de manera abierta o encubierta usando “asociaciones” sin
sentido ni voluntad de cambio,de la existencia exageradamente grande de
múltiples carreras que no tienen cabida en la realidad peruana actual, que haya
nueva organización y funcionamiento, que haya acreditación y certificacióndel
más alto nivel de exigencia de todas las funciones de la universidad, esto es,
docencia- aprendizaje, investigación, extensión y gestión administrativa,
cumplidas por quienes deben cumplirlas y que no sean botines de las sucesivas administraciones
que suelen ser tanto o más ineficientes y corruptas que las autoridades de
otras instituciones públicas.
Hoy queremos centrarnos en la investigación, cuyo
cumplimiento es básico para generar nuevos conocimientos científicos y
tecnológicos que luego pueden pesar a ser utilizados por la comunidad.. De las
150 universidades actualmente existentes, muy pocas son las que hacen
investigación de manera consistente, siendo éstas la U. Cayetano Heredia con
900 publicaciones, la UNMSM con 600, la PUCP con 400 publicaciones, la UNA La
Molina con 200, con menos de 100, la UNI con más de 100 publicaciones. De las
otras, nada que ver aunque varias universidades de provincia reciben canon
minero pero no lo gastan. Según el ranking Shangai de los últimos años, entre
los 500 universidades TOP a nivel mundial, ninguna universidad peruana está
entre las mejores, aunque UNMSM, la Católica y Cayetano Heredia están relativamente
bien ubicadas. Es un avance que debe ser replicado por las otras, sean públicas
o privadas.
Esto tiene una explicación en el escaso presupuesto que
se le asigna a las labores de investigación en el presupuesto de cada
universidad, y también en la escasa importancia relativa de la investigación en
cada una de las Facultades de cada universidad, en las que los cursos de
Epistemología y de Investigación Científica tienen poca importancia, y tenemos
que decir también que, salvo algunas excepciones, los docentes asignados a
estas asignaturas no son precisamente los mejores o profesores investigadores..
Solo cambiando radicalmente lo que ahora es una realidad
negativa, las universidades peruanas, en general, y las públicas, en
particular, podrán contribuir significativamente a la competitividad nacional,
comenzando por serlo ellas mismas en su ámbito de acción.
Carlos A. La
Rosa Lama
Docente universitario