domingo, 23 de diciembre de 2018

SEGURIDAD ALIMENTARIA



Carlos A. La Rosa Lama

La seguridad alimentaria existe “cuando todas las personas tienen, en un momento dado, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana”, de acuerdo a la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, llevada a cabo el año 1996.

La definición de la seguridad alimentaria plantea 4 dimensiones:1) La disponibilidad física de los alimentos, 2) el acceso económico y físico de los alimentos, 3) La utilización de los alimentos, y 4) La estabilidad en el tiempo de las tres dimensiones anteriores. Para que puedan cumplirse los objetivos de seguridad alimentaria deben alcanzarse simultáneamente las 4 dimensiones.

Los analistas de la seguridad alimentaria consideran que es útil tomar en cuenta dos categorías generales de inseguridad alimentaria: inseguridad crónica e inseguridad transitoria. La primera se puede superar con medidas de desarrollo normales a largo plazo, iguales a las que se aplican para abordar la pobreza; ejemplos de esas medidas son la educación o el acceso a recursos productivos, como el crédito. Por otra parte, puede requerirse un acceso más directo a los alimentos para aumentar su capacidad productiva.

El carácter impredecible de la inseguridad transitoria dificulta la planificación y la programación, y exige capacidades y tipos de intervenciones diferentes, incluidas una capacidad de alerta temprana y programas de protección social.

El concepto de inseguridad alimentaria estacional representa un punto intermedio entre la inseguridad alimentaria crónica y la transitoria. Se asemeja a la inseguridad alimentaria crónica en el sentido de que normalmente se puede predecir, y de que sigue una secuencia de eventos conocida. Pero por tener una duración limitada, también se le puede considerar como inseguridad alimentaria transitoria recurrente. Este tipo de inseguridad alimentaria ocurre cuando se da un patrón cíclico de falta de disponibilidad y acceso a los alimentos: sequías, enfermedades, problemas climáticos, etc. que, de todas maneras, debe ser considerada por las autoridades.


Las medidas para mejorar el acceso directo a los alimentos serían probablemente más beneficiosas si fueran incorporadas a un programa de redes de seguridad social más generales. Las redes de seguridad incluyen transferencia de ingresos para personas discapacitadas para trabajar o para las que están afectadas temporalmente por un desastre natural o una recesión económica. Entre las opciones se tiene:
-       Programas de alimentos por trabajo
-       Programas de transferencia de ingresos, en dinero o en especies

Es necesario tener una medición de la subnutrición. Una opción es establecer la relación entre la gravedad de la seguridad y cómo el consumo cae por debajo del umbral de 2,100 kilocalorías por día. La medición del hambre de la FAO, definida como subnutrición, se refiere a la proporción de la población cuyo consumo de energía como parte de su dieta es menor al umbral establecido.

Se sostiene que la mejor estrategia para reducir con rapidez la pobreza y el hambre de las poblaciones reside en aplicar una estrategia de combate a la pobreza conjuntamente con políticas que garanticen la seguridad alimentaria.

El crecimiento económico por sí solo no solucionará el problema de la seguridad alimentaria. Lo que se necesita es combinar el aumento de ingresos con intervenciones de nutrición directa e intervenciones en salud, agua y educación, para lo cual, una vez más, con visión de mediano y largo plazo, en base a conocimiento, honradez de las autoridades y los ciudadanos, teniendo en cuenta las condiciones socioambientales.


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