martes, 2 de octubre de 2018

EMPODERAMIENTO DE LAS MUJERES



Carlos A. La Rosa Lama
Es común la violencia contra las mujeres, una de cuyas expresiones es la discriminación en lo que significa asunción de cargos directivos en instituciones públicas y empresas privadas, en un lado, y de otro, la de los niveles remunerativos frente a las que perciben los varones en puestos similares  de trabajo. A pesar de ello, , las mujeres vienen superando de manera consistente los retos que se han impuesto en este campo, tanto a nivel nacional como internacional.

Esto tiene importantes consecuencias no sólo en lo que significa logros en el plano individual sino también social. De un lado está el mejoramiento de la autoestima y de las remuneraciones, así mismo una nueva relación hombre – mujer con consecuencias en las parejas y hogares así como en la vida de las organizaciones sociales, políticas y académico – profesionales.

Las mujeres acreditan, por lo menos en términos estadísticos, más capacidad frente a los retos y responsabilidades y es igualmente aceptado que ellas tienen condiciones especiales para impulsar el desarrollo familiar y así mismo el de las organizaciones sean públicas y privadas, con algo que resulta especialmente importante como es su capacidad de decisión al punto tal que pueden llegar a ser fundamentalistas, como fue el caso de los grupos de aniquilamiento de grupos subversivos en el Perú como Sendero Luminoso.

Encontramos que un factor importante de este cambio en la fuerza laboral es el de la educación de las mujeres que actualmente participan exitosamente en algunas especialidades que se consideraban como campo privativo de los hombres. Lamentablemente la marginación también se manifiesta dramáticamente en la educación, pues hay una doble marginación en las mujeres andinas campesinas jóvenes.

Es cierto que las mujeres desde 1980 han logrado varias metas y estas han significado una liberación sin libertinajes, como expresión de igualdad y equidad de oportunidades respecto a los hombres, pero todavía falta avanzar más y para ello es preciso resolver ciertas situaciones que devienen en obstáculos o limitaciones a tal propósito. Tenemos las siguientes: El número de mujeres que son violadas, salen embarazadas o son violentadas en diversas formas es elevado. La forma más grave es el feminicidio que lamentablemente se viene extendiendo de manera creciente. En el Perú y en América Latina, especialmente en el área rural de la sierra y la selva, las oportunidades de estudio y trabajo son menores que para los hombres, por razones culturales de las familias, algunas de las cuales se resisten al cambio.

Las sociedades del Perú, y América Latina, en general, son  todavía machistas y patriarcales, que en gran medida pugnan conciente o inconscientemente por mantener su privilegio y protagonismo frente a lo que consideran una irrupción inconveniente de las mujeres, por decir lo menos, alegando que ello va contra la unidad y seguridad familiar y la crianza de los hijos, lo cual es falso..

El liderazgo empresarial e institucional es un camino largo y difícil a recorrer por las mujeres, tal como lo expresa el número de mujeres que ocupan cargos directivos en organizaciones, formados por hombres y mujeres sean
-       Sociales (clubes deportivos, sociales)
-       Culturales y Asociativos (APAFAS)
-       Gremiales (Sociedades de empresarios, sindicatos)
-       Políticas (Partidos y Movimientos Políticos)
-       Religiosas (Cofradías)
-       Militares
Tengamos en cuenta que en el Perú todavía no han sido elegidas mujeres como Presidente de la República como ha sucedido en otros países de Latinoamérica, como Chile y Argentina, ni Presidente del Poder Judicial. Es un reto a superar. E igualmente hay que recordar a grandes mujeres que han dado muestras de entereza y grandeza como son las mártires de las 8 horas en Huacho, pero que hasta ahora tienen escaso reconocimiento.               

No hay comentarios:

Publicar un comentario