Carlos
A. La Rosa Lama
Desde
que hemos comenzado a escribir en el internet, sea block o facebook, queda
claro que uno de los temas tocados con mayor recurrencia es el de la
anticorrupción, en la misma línea que nos enseñó Héctor Cornejo Chávez,
brillante docente universitario y muy honesto político del siglo pasado, honor
al Maestro.
La
lucha anticorrupción debe ser total y permanente, porque debe ser emprendida
por todos los ciudadanos y organizaciones del Perú, sin distinguir su origen,
naturaleza, localización ni tamaño, porque ante cualquier descuido o posición
triunfalista por algunos logros parciales, volverá la corrupción con más fuerza
y con formas más sofisticadas o se reforzará como viene sucediendo en entidades
públicas y privadas, en todos los niveles.
El
blanco de tal lucha no puede ser concentrada en algunas instituciones o actos
ya conocidos o identificados como peligrosos y devastadores de la sociedad
peruana, la institucionalidad, la dignidad y la peruanidad, incluso debemos
luchar cualquiera sea la institución, cualquiera sea la persona que cometa
actos reñidos con las normas jurídicas y éticas, por el bien del presente y el
futuro que será lo que dejemos nosotros, sea honesta o
deshonesta.
Dejemos
de lado algunas pequeñas diferencias que podemos tener por diversas razones( no
necesitamos detallarlas y menos relievarlas) y decidamos poner todo nuestro
esfuerzo en desterrar tal flagelo que nos conduce a la indignidad, las deshonra
y la desgracia social, económica y política. No quedemos anclados en la
protesta y ni siquiera en la propuesta. Pasemos
a la acción decidida, en todas partes y en todo momento. Una sola consigna,
muerte social( ya que no se puede la otra) a los corruptos, delincuentes de “cuello
blanco” , violadores y asesinos.
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