INVERSIÓN EN EL AGUA Y SANEAMIENTO: URGENTE E IMPOSTERGABLE

Carlos A. La Rosa Lama

Hace muy bien el presidente de la república Martín Vizcarra en dar especialísima prioridad a las inversiones de agua y saneamiento como condición de ser un país en vías de desarrollo y futuro miembro de la OCDE. Es más, no es condición sine qua non el querer ser miembro de la OCDE para solucionar este agudo problema que afecta a millones de peruanos, que con el esfuerzo de los tres niveles de gobierno conjuntamente con la población organizada lleven adelante proyectos en esta área de especial importancia económica y social.

El Perú es el último entre los países del TPP en relación a servicios de agua y saneamiento; según el índice de progreso social y mundial de CENTRUM ocupa el puesto 74, mientras que Chile ocupa el puesto 38, Colombia, el puesto 77 y México, el 57.

A la luz de lo dicho por el Ministro de Vivienda, el problema no está principalmente en los escasos recursos entregados por el  MEF para solucionar este problema, sino en el mal uso de los mismos, tal como se observa en la gran mayoría de EPS responsables de de presar este servicio, y que ya es tiempo más que suficiente para que este gobierno haga las obras requeridas y las dé a conocer para que se genere una corriente de opinión favorable no solo a lo que viene desarrollando el gobierno sinio que sirva de acicate para la mayor participación de la población en una verdadera gobernaza, dinamizando tales proyectos con carácter de eficiencia y equidad económica y social, respectivamente..

Debe notarse que el deficiente servicio en la atención de las necesidades básicas, destacan las que se encuentran en este rubro, por lo que los usuarios de los mismos sufren nefastas consecuencias en el estado de salud individual y social, que deben ser combatidas y superadas en todo el territorio nacional, pues no hacerlo tiene un costo superior, sobretodo si finalmente pueden ser,  y de hecho lo son, causa de muerte especialmente de niños..

Finalmente, hay que aceptar y acoger formas alternativas y complementarias a las utilizadas actualmente para prestar estos servicios, vale decir, que no solo se debe tener los actuales sistemas que tanto daño hacen a los ciudadanos, sobretodo si ha cundido y, en varios puntos del país, sigue existiendo coimas, atrasos indebidos y demás problemas relacionados con la incapacidad de gobernar a la altura que exigen las circunstancias de subdesarrollo, hambre y miseria que agobian a la mayoría de ciudadanos y ciudadanas.